Las declaraciones de Dios al universo entero (La undécima declaración)

19.09.2018

 Dios Todopoderoso dice

    Toda persona de la humanidad debería aceptar la observación de Mi Espíritu, escrutar detenidamente cada una de sus palabras y acciones, y, además, mirar Mis maravillosos hechos. ¿Cómo os sentís en el momento de la llegada del reino a la tierra? Cuando Mis hijos y Mi pueblo afluyen a Mi trono, comienzo formalmente el juicio delante del gran trono blanco. Es decir, cuando comienzo en persona Mi obra sobre la tierra, y cuando la era del juicio se acerca a su fin, empiezo a dirigir Mis palabras y a dejar libre la voz de Mi Espíritu a todo el universo. A través de Mis palabras, limpiaré a todas las personas y las cosas entre todo lo que está en el cielo y en la tierra, de forma que la tierra ya no sea más inmunda y licenciosa, sino un reino santo. Renovaré todas las cosas, a fin de que sean provistas para Mi uso, a fin de que no tengan más el aliento terrenal, ni estén más manchadas con el sabor del suelo. Sobre la tierra, el hombre ha ido a tientas en busca del objetivo y los orígenes de Mis palabras, y ha observado Mis hechos, pero nadie ha conocido nunca realmente los orígenes de Mis palabras, y nadie ha observado realmente lo maravilloso de Mis hechos. Sólo hoy, cuando vengo personalmente en medio del hombre y hablo Mis palabras, el hombre tiene un poco de conocimiento de Mí, eliminando el sitio para "Mí" en sus pensamientos, creando en su lugar otro para el Dios práctico en su conciencia. El hombre tiene nociones y está lleno de curiosidad; ¿quién no querría ver a Dios? ¿Quién no querría encontrarse con Él? No obstante, la única cosa que ocupa un lugar definido en el corazón del hombre es el Dios que este siente que es confuso y abstracto. ¿Quién se daría cuenta de esto si Yo no se lo dijera claramente? ¿Quién creería verdaderamente que Yo existo realmente? ¿Seguro sin un atisbo de duda? Existe una inmensa diferencia entre el "Mí" en el corazón del hombre y el "Mí" de la realidad, y nadie es capaz de establecer comparaciones entre ellos. Si Yo no me hubiera hecho carne, el hombre nunca me habría conocido, e incluso si hubiera llegado a hacerlo, ¿no seguiría siendo tal conocimiento una noción? Cada día camino entre el flujo incesante de personas, y opero a diario dentro de cada persona. Cuando el hombre me vea realmente, será capaz de conocerme en Mis palabras, y comprenderá los medios por los que hablo así como Mis intenciones. 

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