Para recibir al Señor, debes saber cómo la mujer samaritana lo reconoció

24.11.2020

El Señor Jesús obraba en la tierra durante tres años y medio, y había muchas personas que lo siguieron, pero pocas pudieron reconocer que Él era el Mesías, la mujer samaritana era una de ellas. Entonces, ¿cómo lo reconoció?

Veamos la conversación registrada en la Biblia entre la mujer samaritana y el Señor Jesús cuando ella estaba sacando agua del pozo. La Biblia registra: "Jesús le dice: Ve, llama á tu marido, y ven acá. Respondió la mujer, y dijo: No tengo marido. Dícele Jesús: Bien has dicho, No tengo marido; Porque cinco maridos has tenido: y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. Dícele la mujer: Señor, paréceme que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalem es el lugar donde es necesario adorar. Dícele Jesús: Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalem adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos: porque la salud viene de los Judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Dícele la mujer: Sé que el Mesías ha de venir, el cual se dice el Cristo: cuando él viniere nos declarará todas las cosas. Dícele Jesús: Yo soy, que hablo contigo" (Juan 4:16-26). "Entonces la mujer dejó su cántaro, y fué á la ciudad, y dijo á aquellos hombres: Venid, ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿si quizás es éste el Cristo?" (Juan 4:28-29).

De esto podemos ver dos puntos importantes. Punto 1: La mujer samaritana creía que Dios podía examinar las partes más profundas del corazón humano. Cuando el Señor reveló el secreto de la mujer samaritana diciendo que había cinco esposos, ella se dio cuenta de que el Señor Jesús no era un hombre ordinario, porque nadie poseía esa autoridad y poder excepto Dios. Punto 2: La mujer samaritana tenía un corazón humilde de búsqueda. Cuando el Señor Jesús le reveló su secreto, aunque ella no quiso tocar este delicado tema, no dejó de hablar con el Señor, sino que continuó buscando al Señor hasta que resolvió su confusión y la hizo entender cómo adorar a Dios para conformarse con Su voluntad, al final reconoció que el Señor Jesús era el Mesías venidero.

Ahora estamos en los últimos días, el momento crítico de la venida del Señor. Cuando alguien nos testifica que el Señor ha regresado y expresado declaraciones, debemos buscar humildemente como la mujer samaritana para determinar si estas palabras llenan de autoridad y poder o no, y si pueden o no revelar nuestros secretos en el fondo del alma, y si pueden o no resolver nuestras dificultades y mostrarnos métodos de práctica. Una vez que reconozcamos la voz de Dios en estas palabras, podemos aceptarlo y seguirlo, esto significa que somos los que reciben al Señor.

Recomendación: Estudios bíblicos